26 nov 2009

DM

Mundo paralelo


Y para variar, después de más de 5 hs de siesta (no exagero), haber dejado colgadas a mis amigas porque me daba paja desplazarme en colectivo y haberme tomado más de medio litro de café…he aquí mi insomnio melancólico con un dejo de depresión particularmente dulce.
Tengo una relación muy particular con el insomnio, me encanta vivir al revés de las personas “normales”  pero a estas horas la cabeza empieza a criticarte duramente .A recordarte lo que jamás hiciste, lo q nunca vas a hacer, lo que hiciste mal  y LO QUE NO SOS.
¿Acaso existe la felicidad? De ser así el yo ideal estaría en Ibiza, con su novio como corresponde, su bull dog francés, su pelo divino y sus manolos en el placard apilados en una fila de cajas interminable.
Y recorriendo mi habitación con la mirada, encuentro la promesa de perfección. Me observa descansando junto con una pila de libros. The secret , el secreto de la vida, la promesa de felicidad eterna, la Ley de atraer  todo cuanto quieras…”TUS DESEOS SON ÓRDENES” en las primeras páginas el libro cita a Aladino y el genio de la lámpara. Se justifica poniendo al genio en lugar del universo, y afirmando q en ningún momento el genio puso un tope de deseos que cumpliría. Habla de un universo “paralelo” en donde sos como queres.
Ahora yo me pregunto… ¿cómo carajo se supone q vaya a controlar mis pensamientos para conseguir lo que quiero? No digo que esto de atraer la felicidad sea falso, es más al principio parecía funcionar…pero… ¿y si un día se me canta estar del orto? Ehh¿?...O sea, qué es  esto de ser feliz sin razones, para conseguir , o mejor dicho, atraer más felicidad. No puedo, no me sale, ya me mentí demasiado tiempo como para seguir ahora. Me costó demasiado caer en la realidad como para volver atrás. No tengo motivos para estar mejor, no pienso inventármelos como antes. No quiero estar loca.
Pero estoy sola, aburrida y mi biblioteca es un desastre. Así que mi mejor plan será terminar de leer el puto librito que empecé en diciembre del año pasado y que no llegue a leer la mitad: MI CEREBRO NO PUEDE PROCESARLO.